A partir de la designación de la ciudad de Lima como sede de los Juegos Panamericanos 2019, tanto el entusiasmo como el escepticismo sobre este tema mantienen en vilo a ciudadanos y deportistas peruanos. Hoy, dos años después, no se tienen aun designados aspectos de suma importancia para el desarrollo de la competencia, como la ubicación del terreno para la Villa Olímpica, infraestructura pensada para albergar más de 2000 viviendas, y la implementación de un sistema de transporte eficiente. Ante esta situación inminente, es necesario plantear la pregunta: ¿Cuán importante es para el desarrollo urbano de Lima la concreción de estos proyectos en el tiempo previsto? En búsqueda de esta respuesta, mencionaremos tres casos en los que un evento deportivo influyó en buena o mala manera en el proceso de renovación urbana de su ciudad sede.
Juegos Olímpicos de Barcelona 1992: La construcción de la Villa Olímpica de Barcelona es, hasta la fecha, el caso más icónico del denominado urbanismo olímpico y es el modelo que muchas ciudades sede de eventos deportivos tienen como imagen objetivo. Ubicada en un área costera donde previamente se encontraba un asentamiento precario, el proyecto urbano desarrollado por los reconocidos urbanistas Oriol Bohigas, Josep Martorell, David Mackay y Albert Puigdomenech permitió eliminar las barreras sociales y físicas que aislaban esta zona con el resto de la ciudad. Una intervención que mantuvo como protagonista las áreas de espacio público, incentivando la colocación de usos variados como comercio, hotelería, educación y ocio. Por otra parte, la arquitectura fue encargada a los arquitectos más renombrados de la época, entre los que se encontraba Carlos Ferrater, Ricardo Bofill y Helio Piñón, entre otros.
Juegos Panamericanos Guadalajara 2011: La Villa Panamericana en Guadalajara, por el contrario, estuvo constantemente asociada a la polémica. Luego que el Comité Organizador diera por descartado el proyecto con el que se pretendía reactivar el centro histórico de la ciudad en torno al Parque Morelos, la falta de planificación y participación social resultó en la cancelación del diseño encargado a seis arquitectos de talla internacional (entre los que se encontraban Mathias Klotz y Alberto Kalach) para dar paso a una edificación que se mantiene en desuso desde el término de este evento deportivo hasta el día de hoy. Esta situación podría plantearse como una amenaza latente en un contexto similar como el peruano.
Juegos Panamericanos Toronto 2015: La Villa de los Atletas en Toronto está ubicada en lo que fue una degradada zona industrial, en un complejo urbanístico que abarca un área de 324.000 metros cuadrados en las cercanías del río Don. Acabada 140 días antes del inicio del evento y ganadora de múltiples reconocimientos, esta villa cuenta con un parque de 7.5 hectáreas con senderos para corredores y ciclistas, un centro recreativo, un gimnasio, una pista de 400 metros y una piscina de 50 metros. Acabados los Juegos, la Villa se convertirá en un vecindario de uso mixto con viviendas, equipamientos deportivos y residencia para los estudiantes de la Universidad de George Brown.
Estos precedentes permiten visualizar un modelo de ciudad que podría repercutir positiva o negativamente en Lima. Recordemos que esta ciudad estuvo a la vanguardia en la experimentación urbana de vivienda social con la construcción del Conjunto habitacional PREVI, proyecto que atrajo la atención de la coyuntura internacional de la época. Ahora, la Villa Panamericana para los Juegos Panamericanos 2019 tiene una alta valla por pasar, sostenida en el importante legado histórico limeño y en los esfuerzos de sus habitantes por generar una ciudad planificada para el futuro. Ha llegado el momento de tomar el impulso necesario y saltar.